El tiempo no pasa igual para los niños que para los adultos: ponerse un calcetín puede suponer varios minutos, tomarse un vaso de leche media hora, dejar el cuento para acudir a nuestra llamada ¿hora y media?. Esto nos desespera y nos hace perder los nervios.
¿Qué podemos hacer?
Lo primero MANTENER LA CALMA, entendiendo que cada minuto de entretenimiento es un mundo lleno de aprendizaje para los niños. Los pequeños viven el hoy y el ahora, lo que les hace actuar a un ritmo distinto. Se ensimisman hasta con un folio en blanco, fijándose en cada detalle. No pierden el tiempo, son minutos llenos de significado y de sentido, en los que experimentan y aprenden con lo que les rodea.
Esto nos lleva a mi segunda recomendación, ADAPTATE A SU RITMO, los fines de semana, en vacaciones, apúntate a la "lentitud", deja el reloj en el cajón. Es cierto que hay muchas cosas que hacer, pero no siempre lo urgente es lo importante, aprendamos de la capacidad que tienen los niños para vivir el presente. Sencillamente deja pasar las horas jugando con tus pequeños.
El problema se acentúa cuando hay que cumplir un horario...; partiendo de la base de que somos los adultos los que fijamos los objetivos, PLANIFICA LAS ACTIVIDADES a partir de las necesidades y ritmo de los pequeños. Por ejemplo madruga un poco más, si sabes que tarda en desayunar, deja la ropa preparada el día anterior, así tendrás unos minutos más por si tarda en ponerse el calcetín y procura no poner la televisión durante las comidas, les distrae muchísimo.
Lo primero MANTENER LA CALMA, entendiendo que cada minuto de entretenimiento es un mundo lleno de aprendizaje para los niños. Los pequeños viven el hoy y el ahora, lo que les hace actuar a un ritmo distinto. Se ensimisman hasta con un folio en blanco, fijándose en cada detalle. No pierden el tiempo, son minutos llenos de significado y de sentido, en los que experimentan y aprenden con lo que les rodea.
Esto nos lleva a mi segunda recomendación, ADAPTATE A SU RITMO, los fines de semana, en vacaciones, apúntate a la "lentitud", deja el reloj en el cajón. Es cierto que hay muchas cosas que hacer, pero no siempre lo urgente es lo importante, aprendamos de la capacidad que tienen los niños para vivir el presente. Sencillamente deja pasar las horas jugando con tus pequeños.
El problema se acentúa cuando hay que cumplir un horario...; partiendo de la base de que somos los adultos los que fijamos los objetivos, PLANIFICA LAS ACTIVIDADES a partir de las necesidades y ritmo de los pequeños. Por ejemplo madruga un poco más, si sabes que tarda en desayunar, deja la ropa preparada el día anterior, así tendrás unos minutos más por si tarda en ponerse el calcetín y procura no poner la televisión durante las comidas, les distrae muchísimo.
Y por último FOMENTA SU AUTONOMIA, no le vistas tú o le des de comer, sí él ha tomado la iniciativa, sólo por tardar menos tiempo. Darles tiempo para que hagan sus primeras actividades por si mismos les ayuda a ganar confianza y seguridad en si mismos.
Recuerda en momento difíciles -a parte de contar hasta 100-, que, ese tiempo que creemos perdido, forma parte del desarrollo de nuestros hijos y por tanto hay que respetarlo al máximo.
Recuerda en momento difíciles -a parte de contar hasta 100-, que, ese tiempo que creemos perdido, forma parte del desarrollo de nuestros hijos y por tanto hay que respetarlo al máximo.
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