Cuento Neil Amstrong



NEIL Y LA LUNA

Neil Armstrong, era un niño que cada noche, antes de acostarse, miraba la luna embelesado.

¿Mamá, has visto la luna, hoy es redonda y alumbra mucho? –si cariño, contestaba su madre, hoy hay luna llena.

¿Mamá, mira la luna se ha hecho pequeñita, parece una cunita?
- si cielo, hoy hay cuarto menguante…
¿mamá, donde está la luna? No la veo...

La luna, le dijo su mamá,  se va haciendo grande poco a poco y cuando es redonda del todo, se vuelve a hacer pequeñita de nuevo. SON LAS FASES DE LA LUNA QUE TIENEN UNA DURACION APROXIMADA DE 28 DÍAS,  por eso nunca tiene el mismo tamaño, ni la misma luz.

Es preciosa mamá, parece como de azúcar, cómo me gustaría subir a ella?.

Pues tendrás que hacerte astronauta, le contestó su mamá.
- Astro, que?, “astralauta”, que es eso?

Los Astronautas, son los tripulantes de las naves espaciales que viajan por el universo, le explico su mamá.

Ese día Neil, decidió que de mayor sería astronauta y viajaría entre las nubes por todo el universo en una nave espacial hasta llegar a la luna.

Para ser astronauta, hay que estudiar muchísimo, así que se aplicó aprendiendo muchas matemáticas y todo el sistema solar, y sus planetas, que son actualmente ocho  Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. 

Y terminó con éxito su carrera de ingeniería y se convirtió en aviador primero y piloto de naves espaciales después en la NASA, donde probó más de 200 modelos diferentes de aviones de reacción, cohetes, helicópteros y planeadores, ingresando por su experiencia en el programa APOLO.

Un día, su sueño se hizo realidad y a bordo del cohete Saturno V, como comandante de la misión APOLO 11 (que despegó del Sur de California -en Cabo Cañaveral-) viajó a la órbita lunar y fue el primer hombre en pisar  la pisar la luna (un 20 de Julio del año 1969).

Su mamá y toda su familia, muy emocionados pudieron verlo en directo, ya que aquella hazaña revistió gran importancia histórica, no sólo por lo que éste logró significó, sino por haber sido retransmitido por la televisión publica, cuya imagen veían perplejos  millones de personas.

Fue uno de los días más felices de Neil que, dando saltitos por el suelo de la luna (que realmente parecía de azúcar), dijo: “es un pequeño paso para un hombre,  pero un gran salto para la humanidad”.

Desde entonces, sólo once personas más han pisado la luna (el último en el año 1972)…. Así que si quieres ser el siguiente, ya sabes: estudia muchas matemáticas, aprende bien los planetas y observa la luna cada noche desde tu ventana, y si la luna te sonríe, desde allí  Neil Armstrong te hará un guiño”.



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