Es curioso que los madrileños o los que viven aquí seamos los que menos visitamos este Palacio, que con una extensión de 135 000 m² y 3418 habitaciones, es el palacio real más grande de Europa Occidental.
Impensable sería visitar París y no ir a Versalles o al Palacio de Buckingham si vas a Londres (ambos mucho más pequeños que el nuestro), supongo que la cercanía nos convence de que en algún momento visitaremos este valioso patrimonio, que recibe al año cerca de un millón y medio de visitantes.
Así que os animo a conocerlo, si tenéis niños a partir de los 10/11 años no dudéis en que os acompañen; yo llevé a mis hijas y valió la pena, ¡les encanto! y a mi también remorar la visita que de pequeña hice con mis padres, porque me ha vuelto a sorprender.
Así que os unas reseñas para aprovechar al máximo la visita:
- para evitar las largas colas de entrada, os sugiero comprar las entradas por internet a través del enlace oficial de Patrimonio: https://entradas.patrimonionacional.es/es-ES/informacion-recinto/6/palacio-real-de-madrid
- los niños de entre 5 y 16 años pagan una entrada reducida de 5€ (si estás desempleado no pagas nada); en el mismo enlace anterior puedes ver situaciones para la entrada gratuita o el pago de entrada reducida, así como los horarios.
- como guia, puedes descargarte una app (por 1,90€) o alquilar auto-guias (por 3€) que son individuales a través de auriculares y tablet con video y audio. Yo le alquilé una a cada niña e iban muy entretenidas.
La visita con tarifa básica es más que suficiente y tiene una duración apróximada de 2 horas. El acceso se realiza por la explanada de la Catedral de la Almudena, que es uno de los lugares más bonitos de Madrid, así como la Plaza de la Armería, majestuosa y enorme, que da acceso al Palacio.
Lo primero que vemos al entrar en Palacio, a mano derecha, es una escultura de Carlos III (primer monarca que lo habító) y a mano izquierda la Escalinata , obra de Sabatini que consta de dos ramales; en el primer rellano se sitúan dos leones de mármol y en la balaustrada el escudo personal del Rey actual: Felipe VI.
Las estancias que se visitan son:
1.- Salón es el de los Salón de Alabarderos: presidida por un gran cuadro de Carlos III y el impresionante cuadro de Antonio López (que tardó 20 años en pintar) de la familia real del Rey Juan Carlos I. En este mismo salón, en Navidad, se instala el Belén Napolitano, que Carlos III trajo de Napoles (donde fué Rey antes que Rey de España) y que merece la ver (la visita es gratuita).
2.- Salón de Columnas: destacan los tapices flamencos del siglo XVII y las impresionantes lámparas. Aquí se firmó el tratado de entrada de España en Europa.
3.- Carlos III, antecámara y cámara, sala Tranvia -que era una estancia de paso desde las cámaras- hasta el Salón Carlos III -que fué dormitorio del Rey-, se ven obras maestras del gran pintor Francisco de Goya (pintor oficial de la corte de Carlos IV y Mª Luisa de Parma); impresionante colección de relojes, una de las más importantes del mundo, no en vano el el Rey Carlos IV era un gran aficionado y atesoró muchos de ellos; salas repletas de glamour: de mármoles en puertas, suelos impresionantes, frecos en los techos.
4.- Saleta de porcelana: realizadas en la Real Fábrica de Porcelana del Buen Retiro, es precioso admirar como las placas se sujetan a un armazón de madera y cubren enteramente paredes y techos.
5.- Saleta Amarilla, que precede al comedor, se utiliza hoy en día para las sobremesas, desde ahí se accede al Comedor de Gala: que mandó crear el Rey Alfonso II en 1879, unificando tres estancias del antiguo cuarto de la Reina Mª Amalia de Sajonia (esposa de Carlos III) para la celebración de la boda con su segunda esposa la Reina María Cristina. Hoy en día se celebran en este comedor las comidas de gala (con hasta 124 comensales) y se puede ver la mesa tal y como se monta para estas celebraciones, indicando donde se sientan los actuales reyes y otros detalles del servicio. Es ¡impresionante!
6.- Salón de banda o salón de cine: tiene un bonito centro de mesa en piedras duras, esmaltes y bronces dorados con las estatuas del Rey Felipe V (primer Borón) su hijo Carlos III y su nieto Carlos IV.
7.- Sala de la Plata con piezas de mesa de los siglos XIX y XX y Sala de Porcelana y cristal: con porcelana traidas de la Real Fabrica de la Granja (fundada por Felipe V) en el siglo XVIII. Perfectamente indicado con carteles se pueden ver tanto menaje de mesa como de tocador de las distintas reinas desde el XVIII al XX.
8.- A través de la Galeria, sobrio pasillo en piedra, adornado con dos enormes esculturas de los Reyes Católicos, que permitía el acceso de las personas reales a sus respectivos cuartos. A través de sus enormes ventanales se puede observar el Patio del Príncipe.
9.- La Capilla Real, te impresionará. Su construcción comenzó en 1749, encargada a los arquitectos Sachetti, Ventura Rodríguez; la cúpula central, la la bóveda más alta de todo el Palacio es obra de Corrado Giaquinto y tiene unos fresco precioso. Destaca también el inmenso altar desde donde los Reyes escuchaban misa.
10.- De las que fueran las tres habitaciones de la Reina Mª Cristina, segunda esposa del Rey Alfonso XII y reina consorte de España hasta la mayoría de edad de Alfonso XIII, desta la antecámara o Sala de Stradivarius, donde pueden admirarse un cuarteto construido por el famoso luthier de Cremona, Antonio Stradivari entre 1667 y 1709, por la corte española y que constituye, por su sonoridad y por su singular decoración, en un conjunto único en el mundo (pueden verse en vitrina: dos violines, una viola y un violonchelo, todos ellos decorados y otro violonchelo sin decorar). Esta sala da paso al que fué dormitorio de la Reina y que hoy en día es la Sala de la Corona que contiene los símbolos más representativos de la Monarquía española: - Corona y Cetro Real - Discurso de proclamación de actual Rey Felipe VI, - discurso de Abdicación del anterior, su padre, Juan Carlos I - sillón de Carlos III, con su imagen - Collar de la Orden del Toison de Oro (máxima distinción de los Monarcas).
11.- A través del Camón, especie de balcon o mirador hacia la entrada principal del Palacio y la Escalinata, se accede a la Antecámara oficial y a la Saleta Oficial donde hoy en día esperan las personas importantes de la sociedad y la pólítica para el llamado "Besamanos" que se realiza en el Salón del Trono, en días como la Pascua Militar o la recepción anual a todo el Cuerpo Diplomático acreditado en España. Es igual de impresionante que el Comedor de Gala, decorado con arañas venecianas en plata y cristal de roca y presidido por un inmenso dosel con dos sillones rococós y una colgadera de tela de seda.
La visita al Palacio termina con tres pequeñas salas, una de recargada decoración oriental, que se utilizaba para fumar, en tiempos de Alfonso XII y Alfonso XIII y el pequeño despacho de la Reina María Cristina que posteriormente fue de Azaña.
De vuelta a la plaza de la Armeria, al fondo en dirección contraria a la entrada salida, se puede ver la Sala de Armas, a la que hay que dedicar otra media hora.
El palacio fue construido por orden del rey Felipe V, sobre el solar dejado por el Real Alcázar, destruido casi del todo por un incendio en 1734. Tanto los cimentos del antiguo alcázar como alguna de sus estructuras fueron utilizadas para la construcción del nuevo palacio. El episodio del incendio sirvió para justificar la sustitución del viejo edificio por un palacio acorde al gusto de la época. Su construcción comenzó en 1738, según trazas del arquitecto Filippo Juvara, quien proponía un palacio mayor pero en una ubicación diferente. Al morir Juvara, se encomendó el proyecto a su discípulo Juan Bautista Sachetti, a quien se exigió adaptar los planos de Juvara al solar del antiguo Alcázar. Otros distinguidos arquitectos españoles como Ventura Rodríguez participaron y se formaron en la cantera del nuevo palacio, a él se debe la configuración de la Real Capilla.5 Francesco Sabatini se encargó de la conclusión del edificio, así como de obras secundarias de reforma, ampliación y decoración. Carlos III fue el primer monarca que habitó de forma continua el palacio.6
El último monarca que vivió en palacio fue Alfonso XIII, aunque Manuel Azaña, presidente de la Segunda República, también habitó en el mismo, ocupando las habitaciones que anteriormente había ocupado la reina María Cristina y siendo, por tanto, el último jefe de Estado que lo hizo. Durante ese periodo fue conocido como Palacio Nacional. Todavía hay una sala, al lado de la Real Capilla, que se conoce por el nombre de «despacho de Azaña».7
La visita al palacio real es muy bonita. Para niños que ya estén empezando a dar historia en el cole puede llegar a ser muy entretenida e ilustrativa.
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