

Si os apetece disfrazaros, pasaréis totalmente inadvertidos.
Tiene una población de 3200 habitantes que se triplica en fiestas como el carnaval y en verano. Recorrer sus calles, con sus cuestas, la Iglesia de Santiago Apóstol y su estupendo retablo -que sorprende-, la Plaza España: centro de bullicio, terrazas y bares. Acercarse a la Ermita de Valsordo (a 2km) y respirar hondo en silencio, para llenar los pulmones de paz y cruzar el puente romano -del mismo nombre- que muchos, muchos siglos atrás recorrió la Reina Isabel La Católica. Mención especial merece además la visita al Museo de Adolfo Suarez y la Transición, proyecto promovido por su Ayuntamiento y cuyas obras, sobre la Iglesia de Santiago, conocida como Iglesia Vieja, finalizaron hace tan solo un par de años. Para conocer más, visita la web Museo Adolfo Suarez y la Transición
Para comer buenas tapas: oreja, callos, chipirones... os recomiendo el bar El Tropezón en la calle Castillejos, 19. En plan buen restaurante el del Hotel El Castrejón, gastronomía tradicional: judias del Barco de Ávila, solomillos de ternera Avileña, patatas revolconas, ensaladas sorprendentes e irresistibles postres de elaboración propia. Buena calidad, atención y precio. Se recomienda reservar: 918630044
www.elcastrejon.com
Muy de moda se ha puesto El Rondón (recomiendo reservar a través de El Tenedor), precio medio 25€.
www.elcastrejon.com
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