Mi carta a los Reyes Magos

Queridos Reyes Magos:

Es mi deseo que paséis por todas las casas y que no haya ninguna zapatilla sin caramelos. Deseo que los emisarios que habéis repartido por los hogares puedan colmar de felicidad a los suyos y disfrutar con sus caras de sorpresa al abrir los regalos.

Deseo tener salud para ver crecer a mis hijos contentos, sin demasiadas necesidades materiales, rodeados de cariño y de gente de bien y que se convirtieran en personas adultas honestas, sensibles con los demás, hogareñas, disfrutando de su día a día, con su familia, amigos, con su trabajo y su buena suerte. 

Deseo que reine el amor, acabar con las envidias, las personas sin hogar, los conflictos, la falta de entendimiento, el maltrato, el crimen, el secuestro, la explotación...; que abramos bien los ojos y los oídos, que nos miremos frente a frente y escuchemos las razones del contrario.

Deseo poder perdonar, olvidar y empezar un nuevo día.

Queridos Reyes Magos, que aún a mi edad, sigo el paso de las carrozas en la cabalgata esperando el cruce de vuestra mirada y el saludo de guante blanco... pido para este año que nadie se quede sin casa, sin familia, que nadie se vea sólo y perdido, que no se pase hambre ni frío, que no haya un sólo niño sin juguetes. Que miremos con esperanza al futuro, que creamos, con la inocencia de un niño, que los deseos se van a hacer realidad.