Gemelos juntos en clase

Desde el cuso 2017/18, por fin, las madres y padres podremos elegir si queremos que nuestros gemelos o mellizos vayan juntos a la misma clase. La Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid recomendará en los próximos días a los 1.400 colegios públicos y concertados de la región que se tenga en cuenta la opinión de los padres múltiples a la hora de escolarizar juntos o separados a sus hijos. Madrid se convertirá así en la primera autonomía en dar libertad de elección a los progenitores, que hasta ahora se veían obligados a separación forzosa.

Este cambio de opinión se produce después de que el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Badajoz haya dictado Sentencia a favor de los padres de dos hermanos mellizos y en contra de la Consejería de Educación y del colegio, condenando a ambos a proceder a la escolarización de los menores en una misma clase, así como al pago de las costas procesales y reflejando literalmente en sentencia que, las decisiones acerca de la separación de los gemelares debería ser "consensuada con los padres, que son los que conocen a sus hijos y son los principales responsables en la educación de los mismos" (añadiendo que este tipo de supuestos deben ser analizados "en cada caso particular para tomar la mejor decisión" para los niños y las familias).

En este caso en concreto, los menores sí habían estado en el mismo aula hasta los tres años y fue en ese momento, a su paso a Educación Infantil de segundo ciclo, cuando el Colegio decidió separarlos, dejándoles, como suele pasar siempre, en distintos aulas durante el resto de Educación Primaria y Secundaria. Los progenitores, descontentos con esta decisión que entendían era perjudicial para los menores y sin ninguna base normativa (que no la hay tampoco en nuestra Comunidad), interpusieron la demanda.

Y la cuestión es esa: que no existe una norma que obligue a separar -en distintas aulas- a los mellizos y no se debe conceder únicamente a los al Colegio, en lo que llaman "autonomía pedagógica" la adopción de ese criterio sin dar voz a los padres y también a los hijos.

No obstante, mi experiencia me dice que las clases separadas les dan la oportunidad de tener jornadas, anécdotas, amigos y profesorado distinto que -terminadas las clases- podrán compartir y que la rivalidad será menor si no tienen un igual -siempre pegado- con el que siempre compararse; no pienso -dada la especial relación que tienen los gemelos/mellizos- que el pasar unas horas separados -en los patios, excursiones y extraescolares seguro que coinciden-  les pueda perjudicar, al revés, creo que les puede venir hasta bien.